20/11/09

De accidentes, drogadictos y banqueros.

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¿Bonita ciudad verdad? ¿Cuál diríais que es?¿Boston?¿Chicago?Pues no; es Frankfurt la capital financiera de Alemania y de Europa. Allí esta la sede del BCE. En uno de esos edificios se decide si sube tu hipoteca o no, y el valor de los euros que hay en tu bolsillo.

Día 5: Frankfurt.

Después de una intensa jornada de impacto en el campo de concentración, decidimos emprender el viaje hacia Frankfurt para ir adelantando unos kilómetros.
Tras dos horas de viaje, sopesamos la idea de quedarnos a dormir en un área de descanso. Pudimos dormir entre 5 y 6 horas solamente porque el frío se apoderó de nuestros huesos. La calefacción en un coche parado no funciona, así que, la mejor manera de calentarse era haciendo kilómetros otra vez. Me puse a los mandos de la furgoneta porque era de los pocos que había dormido bien y fuimos del tirón a Frankfurt.
Nuestro hostel estaba en el centro y nos tocaba callejear otra vez. En una de esas avenidas del corazón de Frankfurt, a un personaje no se le ocurre otra cosa que:
1º Aparcar en un sitio en el que no está permitido.
2º Abrir la puerta sin mirar.
En décimas de segundo, nuestro retrovisor derecho fue arrancado de cuajo. Si de por sí tener un accidente es un coñazo, en otro país con otra lengua y con un coche que no es el tuyo, es una de las peores cosas que te pueden pasar. Hubo que hacer una maniobra de aparcamiento urgente. En esa maniobra, al no tener retrovisor derecho, se mancha un poco con pintura blanca la esquina del parachoques de otro coche con la mala fortuna de que el dueño estaba dentro. Si de por sí tener un accidente es una putada, tener dos en menos de un minuto es la ostia.
Y allí se montó en un momento un percal exagerado. Para facilitar el papeleo, hubo que simular que la que conducía era la persona que se encontraba a nombre de la furgoneta. Así que un servidor se tuvo que esconder de los accidentados y de la policía en un ciber que habia doblando la esquina. Suerte que me acompañó Jesus.
Nuestra genialísima intérprete Andrea, fue la que medió y pudo aclarar un poco el tema. Teníamos una testigo que vió como el hombre abrió la puerta sin mirar y eso, también ayudó un poco.

Tras todo el papeleo oportuno y un soborno al turco al que le había manchado de pintura el coche, pudimos deshacernos de aquel embrollo lo antes posible y ponernos en camino al hostel.

Aparcamos la furgoneta en una avenida amplia, en pleno centro al lado de los rascacielos. Nada más bajar me encontré una escena que no me habría gustado ver en mi vida. Un heroinómano pinchándose en la muñeca. Como no faltaban sustos para el cuerpo, ahí teníamos otro más. La calle estaba plagada de yonkis y cuanto más caminábamos, más veíamos.
La ciudad en sí era un remix de dos tipos de persona. Allí o eres un banquero con traje o eres un yonki que vive en la calle. Para más inri, estaban todos juntos y revueltos. Como una gran familia. En ese momento, nos dimos cuenta que la testigo del accidente era una yonki también.

Después investigando:
Frankfurt is still Germany's drug capital, according to statistics revealed this week by the Federal Crime Office. 928 drug offenses were registered per 100,000 Frankfurt residents, according to the 2007 crime figures.
Frankfurt es todavía la capital de la droga de Alemania, según la estadística revelada esta semana por la Oficina de Crimen Federal. 928 drogadictos fueron registradas por cada 100,000 residentes de Frankfurt, según las cifras de crimen 2007.

El hostel tenía buena pinta, descansamos nos duchamos y comimos un pollo asado en la terraza de un turco rodeados de gente con traje y drogadictos.
Por la tarde una amiga de Jesus que está de erasmus en Giessen nos hizo de guía. La ciudad en sí es muy bonita y la foto con el € iluminado de azul no pudo faltar. Es curioso porque donde está el famoso €, hay un parquecillo lleno de conejos. Supongo que serán fuente de alimentación para muchos yonkis de la zona.
Tras el tour por la ciudad tocaba descansar y cenar un poco. En la sala común del hostel había tres mesas. Una llena de españoles erasmus de italia, otra en la que estábamos nosotros y otra llena de yonkis (cómo no). Vino un cantautor y estuvo cantando clásicos del rock con su guitarra. En una canción (Por qué te vas de Jeannete) las chicas de oro (Elsa, Alba y Sara) le ayudaron. Después sonó el temazo de los Rolling Stones, Satisfaction y Jesús y yo nos adueñamos del micro. El cantautor se quedó a cuadros de que chavales de entre 20 y 25 años se supieran la letra de esos clásicos de memoria. Como dice mi padre, los tiempos cambian pero las buenas canciones siempre permanecen. Lo más sorprenderte era el público del concierto, ver a 10 yonkis aplaudiéndote no lo ves todos los días. Parecía que estábamos en una asociación de ayuda contra la drogadicción.
Después del concierto nos fuimos a dar una vuelta por los garitos de Frankfurt y acabamos en un Karaoke lleno de frikies, mejor dicho, de FRIKIES ingleses. Una mujer con un vestido morado y guantes verdes (guantes de los años 20 no de los que se usan para abrigarse) un hombre con las gafas de Harry Potter y pajarita de color verde y una señora que tenían de atrezzo. Ella se encargaba de cantar cuando nadie quería.
Ya estaba acostumbrado a noches surrealistas y ésta fué una más para contar. Ya quedan sólamente dos días de nuestra aventura por Alemania.

To be continued...

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