24/3/10

Exámenes peleones...


Ayer por primera vez en toda mi estancia erasmus hice el primer examen cuyo nivel de exigencia era similar a cualquiera del de Zaragoza. Es decir, un examen que cuando lees por primera vez las 6 preguntas dices, de puta madre solo se hacer dos y a medias. Después te colocas el mono azul de trabajo y con neuronas debidamente dopadas de horas de estudio empiezas a darle vueltas al coco con la intención de resolver problemas. Así pues fuí hasta capaz de hacer una demostración matemática de una European Happy Call (en mi vida se me habían dado bien las demostraciones y más aun cuando no aparecen en los apuntes). Como dirían en mi pueblo, a pico y pala conseguimos hacer 5 de las 6 preguntas y con esperanzas de aprobar un examen que me puntúa un 40% de la asignatura y que cuando leí por primera vez me veía incapaz de sacar más de un 2.

Recién saliditos del examen a las 9 de la noche, cené me acicalé con mis mejores galas y fui a una Sexchange party (a esas fiestas que vas disfrazado de mujer si eres hombre y viceversa). Yo no tuve tiempo ni ganas de travestirme por un día, es algo que dejo para otros... Al final después de las cenas de los martes en la residencia todos juntos y su posterior tajamiento a cervezas ( en mi caso yo me dí al Martini y en cantidades más moderadas) no me encontré on the mood que dirían aquí a esa esa expresión muy de Leticia Sabater de "estar en la onda" y me fui para casa a dormir. Resultado: algunos colegas mios se han despertado con sombra de ojos, las uñas pintadas y una resaca de cojones. Algunos con arena en los zapatos (si te vistes de mujer incluso te ofertan ir a la playa). Yo más feliz que una lombriz, me toca limpiar el piso y ver qué planes hay para mañana... ¡Ah bueno, sí! ¡Mañana cumplo 22 primaveras y nunca mejor dicho 18º en Tilburg!

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